Blog invitado: Facility Manager de Alberto Lindner


Los tiempos han cambiado y ahora los amigos te dicen que les hablado de ti por Twitter o por Facebook. Consulto Twitter dos o tres veces al día. Casi nunca el "Time Line", pero sí las notificaciones que me llegan también al correo electrónico y me avisan de menciones y nuevos seguidores. Y ayer por la tarde me llegó a través del estupendo consultor artesano @cumclavis (gracias Manel), cuyo blog [cumClavis]  sigo apasionadamente, el enlace al blog de Alberto Lindner que hablaba de uno de los temas que me entusiasman: la madurescencia y que me citaba en varias ocasiones.
El post es un resumen magnífico de esa estupenda revolución que ha venido a llamarse "madurescencia" en la que estamos sumergidos muchos de mis coetáneos de generación como los que aparecen en la foto que encabeza el post.

Además de agradecerle el trabajo y las referencias a mi blog a Alberto, le he pedido que me deje reproducir su post porque significa para mí una síntesis perfecta de todo lo que he querido explicar durante estos últimos años. ¡Gracias Alberto!


 Ser un "madurescente"

miércoles, marzo 19, 2014 



Si usted nació entre finales de los años 40´s y los finales de los 60´s, puede considerarse un “madurescente”. El termino madurescente ha sido utilizado de forma extraordinaria por la bloguera española Laura Rosillo, quien hace referencia a un trabajo del Harvard Business Review del año 2006, que denominaron “ManagingMiddlescence, escrito por Morisson, Ericksson y Dychwalt.  La palabra Middlescence es la composición en anglosajón de “mitad” y de “adolescencia”. 
Entonces pareciera ser que al definir al madurescente lo hacemos desde la premisa que está en la mitad y que está relacionado con algunas características del ser adolescente, que es quien “adolece”.

¿De qué adolece el madurescente?
Este término se le asigna a las personas que nacieron entre las dos décadas mencionadas, más bien luego de terminar la segunda guerra mundial en 1945 y que se caracterizó por un nacimiento masivo de niños; y es por eso que lo denominaron el “boom de los bebes” o el “Babyboom”, de los cuales se caracterizan los babyboomers. 

Actualmente se encuentran entre los 66 años y los 46 aproximadamente, y ya los mayores quizá hayan pensando en su retiro o jubilación, o estén jubilados, pero una gran parte, (y acá lo escribo desde mi perspectiva), se encuentren ubicados en su “nueva oportunidad” donde la visión de crecer profesionalmente, ser útil, aprender y prepararse, sean características inherentes a estos profesionales. Los madurescentes se encuentran por así decirlo, en el punto cenital de sus carreras, y así lo seguirán viendo pues “siempre les queda lo mejor por vivir”, porque viven el presente, pero se preparan para el futuro, no importando los retos que se consideren intrínsecos a la meta.

Son sándwiches, pues seguramente tengan o se hagan cargo de sus padres mayores, y todavía cuiden a sus hijos (que ahora se independizan más tarde pues hacen más de una carrera o hacen un postgrado para ser competitivos y obtener mejores empleos). También suelen estar criando niños pequeños en saltos generacionales, pues como buen madurescente, entiende que la vida le ofrece oportunidades de crecimiento y de compartir nuevas emociones. Las segundas oportunidades, también abarca lo sexual o familiar.
Cuando uno se pregunta de qué adolece un adolescente, pudiera ser quizá mas sencillo, aunque son muy complejos y ya uno no se recuerda allí. Un madurescente pudiese adolecer de la capacidad de hacer cosas, la edad avanza, pero pudiera decir como declaración de lo que no adolece: "No adolece de la pasión de vivir"

¿Qué son los madurescentes?
Según LauraRosillo nuevamente, se define la madurescencia como “un cambio drástico en nuestra visión de la vida.  Se llama “madurescencia” a la reacción ante la crisis de la “mediana edad” (middlescence);  es un término que se utiliza para denominar un proceso similar al de la adolescencia durante la mediana edad, y se caracteriza por un nuevo esfuerzo de búsqueda de una nueva identidad. A menudo la persona incurre en patrones de comportamiento que no son típicos de su edad, en particular, tratar de establecer patrones de vida típicos de los adolescentes.
Se caracteriza por un marcado esfuerzo por hacer cosas que nos parecen que tienen valor y significado en la vida.  Además, hay un marcado interés por contribuir a la formación de la generación que se está levantando.” (Rosillo, 2014) Recomiendo leer su blog

Los madurescentes entonces somos personas mayores de 46 (para el 2014), que mantenemos a hijos pequeños y a padres mayores simultáneamente, que hemos transitado por varios caminos profesionales y que aun en la adultez, vemos el futuro como una aventura, una necesidad. No vemos el retiro como una posibilidad cierta, ya que en cualquier etapa de la vida, se considera que se va a comenzar la mejor etapa de su vida, para lo cual se siguen preparando, y sus estudios no terminan, son un continuo de capas que se superponen, yuxtaponen, en la búsqueda de una nueva estructura y una nueva visión de vida.

 Los madurescentes creemos en la trascendencia para lo cual nos hemos preparado mejor en la visión humana/humanista, social y cooperativa. Siendo así y sin el retiro como premisa, es que se nos abre un mundo de oportunidades y posibilidades de crecimiento personal que integra el bienestar personal, el coaching, la consultoría artesana y la acción social.

El madurescente desde el punto de vista tecnológico le tocó vivir en dos mundos y en la transición. Aprendió a escribir en una maquina de teclas, con rodillo y papel, pero también le tocó aprender a programar en “Basic” para entender a las nuevas computadoras portátiles de los años 80s. Desde el año 97 tuvo que aprender el nuevo lenguaje de las computadoras que se comunican entre sí, hasta llegar a nuestros días, con la inteligencia artificial, la web 2.0, las comunidades virtuales de prácticas-aprendizaje y hasta los blogs, wikis y redes sociales. Los madurescentes son así mismo profesores de los jóvenes actuales que nacieron en la revolución de la información y la comunicación, y como inmigrantes digitales, han aprendido a comunicarse como si siempre hubieran convivido con  esa tecnología; al menos la han asumido como reto.

A los madurescentes además, les ha tocado un reto único en la historia de la humanidad; la de ser maestros y discípulos simultáneamente de los jóvenes cuyas competencias digitales y virtuales son innatas. Les ha tocado  adaptarse para ser un inmigrante digital. Ya la generación que estamos preparando será digital enseñando a digitales. La tercera ola habrá llegado completamente y se verán sus consecuencias. Los madurescentes estaremos entonces para acompañarlos en el proceso que ellos liderarán.

Los madurescentes tienen fortalezas de carácter que los hacen resilientes, como son eloptimismo, (Siempre es el mejor tiempo para emprender y aprender), la creatividad (no importa, si es una buena idea hay que desarrollarla), la justicia, (tratan de hacer lo correcto y de allí nace su necesidad de transferir, enseñar y adiestrar a los más jóvenes), aprecio por la belleza, (porque ya disfrutan los sonidos, las lecturas, los paisajes con las emociones de la madurez y la paz) y seguramente, el deseo de aprender, (que nunca para; quizá la mejor característica de un madurescente es que siempre está estudiando algo).
La creatividad es un sello madurescente pues el hecho de haber vivido en dos mundos distintos tecnológicamente hablando (y hasta cultural), no le ha impedido poder fascinarse y sorprenderse de los acontecimientos; se maravilló con el “Viaje a las estrellas” y con “Perdidos en el espacio” en los 60s, pero vio al primer hombre poner su pié en la luna, leyó a Julio Verne, se intrigó por la energía nuclear y se estremeció con los ensayos nucleares de la postguerra, aprendió a comunicarse por medio de cartas de papel que entre la ida y el regreso podían pasar meses, hoy, se han acostumbrado a la inmediatez de la comunicación digital tanto en PC como en teléfonos inteligentes o dispositivos móviles .

El madurescente no se conforma con “ser”, y mucho menos con “haber sido”. Conoce su “estar siendo cada día” y se acompaña de esa sensación y necesidad de conocer las capacidades y posibilidades que tiene aun en su vida adulta, y que se niega a entregar por la  jubilación. El madurescente es testarudo, irreverente, rebelde, (in)consciente, interesado, humanista, inquieto, revolucionario, inconforme, realista, pero soñador, y es también apreciativo, comprometido y solidario. No solo les gusta saberse necesarios sino que saben que son necesarios, por convicción, por lo tanto no piden, sino entregan. Reconocen sus ámbitos bio- psico- sociales y espirituales y actúan en consecuencia en cada uno de ellos. En el ámbito de salud, se cuida, se alimenta bien, hace ejercicio; en el psicológico reconoce que la infelicidad no se opone a la felicidad por lo que se organiza internamente para sentir placer, emociones positivas y ser feliz;  en el ámbito social, se incorpora a redes de ayuda, al coaching, al mentoring y a trascender ayudando a los necesitados. Por último, cultiva su vida espiritual, mediante la meditación, la colaboración y la trascendencia, elemento del cual experimenta diversas vías, ya sea por la religiosidad o por la humanidad.

¿Qué caracteriza a un madurescente?
Según Laura Rosillo, (2014) y Morison, (2007), hay ciertos aspectos que pudieran caracterizar a un madurescente y diferenciarlo de los adolescentes, ya que este no debería sufrir las sensaciones de quién comienza la vida; el madurescente se enfrenta a la vida con toda su historia, vivencias y aprendizajes. Algunos aspectos serían:
  •  Tenemos conciencia plena de la finitud, el adolescente, justamente no.
  • Requerimos estar sanos para hacer cosas y lograr metas, por lo que el ámbito biológico es prioritario. Todo suma a estabilizar y mejorar la calidad de vida
  •  Somos altamente relacionadores. Los nuevos aprendizajes siempre se incorporan a nuestro “saber”, a través de hacerlos significativos, es decir que lleven relación directa con lo que ya sabemos
  •  Los madurescentes que antes exponíamos las verdades de otros en charlas, exposiciones o conferencias, ahora construimos nuestros propios aportes y nos convertimos en fuente de referencia. (o eso esperamos hacer)
  •  Deseamos reinventarnos y esperamos que lo que está por venir, sea lo mejor que nos haya pasado, pero sin sentir ansiedad por el futuro; y donde el presente es la razón de ser, viviendo. Tampoco vivimos anclados en el pasado, sino que usamos nuestra propia historia para poder interpretar el presente
  •  Somos mejores escuchas ahora; comprendemos que escuchar es quizá más importante que hablar. Al escuchar construimos con los otros nuevas historias, nuevas aventuras y nuevos mundos
  • Los madurescentes nos movemos en tres dimensiones en forma coordinada y libre, la lingüística y nuestros pensamientos, la corporal y la emocional. Se trata de vivir intensamente sin dejarse afectar por los pre-juicios
  •  Somos libres

¿Qué deben hacer las empresas con sus madurescentes?
  • Fomentar la creación de comunidades de práctica con madurescentes y aprendices para activar la transferencia de conocimiento tácito-tácito
  • Los pueden nombrar Mentores y servir de coaches
  • Pueden trabajar en forma social, preparando a los gerentes de primera línea, para llegar activos y con salud cuando les toque llegar a la edad adulta y tengan competencias para afrontarlo. (Ya estos no son baby-boomers)
  • Los pueden nombrar creadores e innovadores
  • Pueden ser manejadores de las relaciones externas y constructores de la reputación de las empresas
  • Se pueden ocupar de la justicia interna de las empresas y ser Ombudsman o juez de paz. (Defensor del trabajador)
  •  Pueden ser magníficos estrategas y así ayudar en la planificación y su contexto
  • Son muy humanistas, por lo que pueden incorporarse a los RRHH y a la gestión de calidad de vida de las empresas
  •  Las empresas pueden preparar, re educar y conducir a los madurescentes a que sigan estudiando y preparándose; siempre existe la posibilidad de los planes de año sabático y nombrarlos como estrategas o como gerentes eméritos.

Ya como madurescente, les puedo decir que es la mejor época de mi vida;( lo mejor es que en cada etapa haya podido decir lo mismo). Lo que está por venir está lleno de retos, ninguno me intimida. En esta etapa lo más importante es trascender y ello se logra en las relaciones con los que nos necesiten, en sembrar, en ayudar a otras personas a crecer, y dejar huella. Así somos los madurescentes, así hemos enfrentado al mundo. El cielo es el límite ahora.

Por último, Robert Morison (2006), citado por Rosillo (2014) dicen al respecto:

Los madurescentes tienen hambre de renovación. La empresa debería ofrecerles nuevos retos, ayudarle a adquirir nuevas competencias, cambiando sus tareas, exigiéndoles que desarrollen nuevas especialidades, cambiándoles de escenario, aprovechando sus extensos conocimientos sobre la organización, convirtiéndolos en mentores de otros empleados, ofreciéndoles formación, sin presuponer que los "maduros" no necesitan aprender... haciendo un llamamiento a sus intereses vitales más profundos que tendrán que ver con:El desarrollo del pensamiento conceptual.La orientación y la tutoría.La aplicación de la tecnología.El análisis cuantitativo.La producción creativa.La influencia a través del lenguaje y las ideas.

Bibliografía de consulta y referencias:
Rosillo, Laura (2014) El Blog de Laura Rosillo. Disponible en,file:///F:/madurescentes/Laura%20Rosillo%20%20LA%20REVOLUCION%20MADURESCENTE.htm    Recuperado el 18 de Marzo de 2014.
Morison, R; Erickson,T y Dychtwald K. (2006). “Managing Middlescence”. Harvard Business Review: Harvard. Disponible  en,

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